España se ha colocado en el máximo nivel de gravamen a la propiedad dentro de la OCDE, cayendo tres puestos en el ranking tras las reformas realizadas en el último año.
España se ha colocado en el máximo nivel de gravamen a la propiedad dentro de los países desarrollados. Ha llegado al nivel de Italia, el país que habitualmente obtiene una mayor presión fiscal sobre la vivienda dentro de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según el Índice de Competitividad Fiscal Internacional 2021 España ha caído tres puestos dentro del ranking de impuestos a la propiedad tras las reformas realizadas en el último año respecto a esta materia.
Así lo han defendido los expertos estadounidenses del Think Tank que después de comparar el número de impuestos sobre los inmuebles y la base imponible, llegaron a tal conclusión. En suma, investigan si existe cualquier otro tipo de impuestos que los estados puedan aplicar a la propiedad. El caso de España es de los pocos dentro del estudio donde se aplican numerosos impuestos que inciden en las viviendas como los impuestos sobre transacciones financieras o sobre transferencias de propiedad, Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones, los derechos de capital o los impuestos sobre activos corporativos. Tal y como apunta el vicepresidente de Proyectos Globales de la Tax Foundation, Daniel Bunn: "Aunque es un elemento importante al medir la neutralidad y competitividad del código fiscal de un país, los impuestos a la propiedad representan en promedio menos del 5% de los ingresos fiscales totales en los países europeos de la OCDE".
España es el país con mayor número de impuestos que inciden en la vivienda de toda la OCDE. Entre ellos el Impuesto sobre el Incremento de Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana, la plusvalía municipal, Impuesto sobre la Renta a los No Residentes por arrendamiento, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, Impuesto sobre la Renta imputado al propietario para segundas viviendas, Impuesto anual sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre el Patrimonio.
Esto provoca que España sea débil competitivamente hablando dentro del sector inmobiliario frente a los demás países desarrollados. El informe de la Tax Foundation señala que: "España tiene múltiples impuestos a la propiedad que distorsionan con gravámenes separados sobre transferencias de bienes raíces, patrimonio neto, herencias y transacciones financieras".
La presión fiscal del país se ha visto combatida gracias a las políticas de las haciendas autonómicas. A diferencia a nivel nacional, algunas comunidades sí llevan a cabo exenciones o reducciones de impuestos.
Madrid es la comunidad autónoma que más ayudas fiscales ofrece a la vivienda. El Impuesto sobre el Patrimonio está bonificado al 100%. En suma, respecto al Impuesto de herencias, donaciones entre familiares o entre parejas de hecho o cónyuges, el contribuyente solamente debe abonar el 1% de la cuota correspondiente.
Por otra parte, las personas menores de 30 años pueden disfrutar una reducción del 30% del Impuesto sobre la Renta en las cuantías dirigidas al alquiler, una deducción como máximo de 1.000 euros al año.
Estas políticas fiscales que han llevado a cabo las comunidades autónomas suavizan lo que podría ser una mayor presión fiscal. Siguiendo lo que indica el informe de la Tax Foundation, "España tiene un sistema fiscal territorial que exime de impuestos tanto a los dividendos extranjeros como a las rentas de plusvalías".
Mientras que España se sitúa como el país que más grava a la vivienda, en el otro extremo encontramos a Estonia. Estonia, de entre los países de la OCDE, es el que posee el sistema de impuestos a la propiedad más eficiente. Junto a Australia y Nueva Zelanda, Estonia es de los pocos que suprimen de la base impositiva el valor de las estructuras en la tierra o de los edificios. Su impuesto sobre bienes inmuebles únicamente lo aplican al valor de la tierra. A parte de este, en el Índice de Competitividad Fiscal Internacional no aparece registrado ningún otro impuesto a la propiedad.
En cuanto a impuestos a la propiedad, Italia es el peor país con mayor número de impuestos. A parte de las grandes recaudaciones que se obtienen de los impuestos a la propiedad, en Italia se grava las transacciones financieras, las herencias, la emisión de acciones, las transferencias de bienes raíces y además, existe un impuesto sobre las propiedades en el extranjero y sobre el patrimonio sobre los activos financieros.
Si no existiesen en las comunidades autónomas españolas las bonificaciones ni las exenciones, España ocuparía el puesto de Italia. Es el país de la UE que más impuestos impone a la riqueza y el único con un Impuesto sobre el Patrimonio. En suma, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, a pesar de existir en diversos países, las tasas alcanzan porcentajes tan altos como el 81,6%.
La Tax Foundation ha expuesto en su informe el grado de dependencia de los países de la OCDE de los ingresos fiscales y sus diferentes fuentes. En 27 países europeos de la OCDE, solamente un 4,5% de los ingresos fiscales provenían de los impuestos a la propiedad en 2019.
De entre los países con mayor dependencia de los impuestos a la propiedad, encontramos a Reino Unido con un 12,4% de los ingresos fiscales, seguido de Luxemburgo con un 9,7% y Francia con un 8,9%. El país con menor dependencia es Estonia con un 0,6%.
Más info: https://www.inmonews.es/espana-record-impuestos-propiedad-ocde/